Arte y Cultura
Patrimonio cultural
En la villa de Salinas de Añana (Araba-Álava), a 30 km de Vitoria-Gasteiz, se encuentra una de las industrias más antiguas del mundo: el Valle Salado de Añana.
En este lugar se ha producido de forma ininterrumpida durante más de 7.000 años un elemento esencial para la vida de los seres humanos, la sal.
El Valle Salado se asienta sobre una burbuja de sal de un antiguo mar de hace 200 millones de años. Se trata de un soberbio paisaje al aire libre formado por miles de plataformas de evaporación construidas por cientos de generaciones de salineros con piedra, madera y arcilla. Sobre ellas se vierte el agua salada que surge de forma natural de los manantiales para la obtención de sal por evaporación solar. Una peculiar y extensa red de canales de madera distribuye el agua por gravedad hasta los puntos más recónditos de las salinas.
Tras un periodo de declive en el siglo XX, en el año 2009 se creó la Fundación Valle Salado. Una entidad sin ánimo de lucro encargada de garantizar su futuro. Uno de los objetivos principales es producir sal, empleando para ello el “saber hacer” milenario de sus salineros, que destaca por sus técnicas tradicionales y respetuosas con el medioambiente. La Fundación oferta al mercado cinco tipos de sales naturales ricas en oligoelementos y avaladas por cocineros de prestigio internacional: Flor de Sal, Sal de Manantial, Chuzo de Sal, Sal Líquida y Sal Fina.
Además de producir sal, la Fundación Valle Salado ha puesto en marcha un programa de visitas para que la sociedad pueda conocer y valorar no sólo la Sal de Añana, sino también la historia y la sorprendente arquitectura de este insólito paisaje. Hasta el momento más de un millón de personas han paseado por las sendas de las salinas convirtiéndose en prescriptores del proyecto de recuperación y de la Sal de Añana, sin duda una de las mejores del mundo.
En el año 2015 recibió el Gran Premio del Jurado de los Premios Europa Nostra y, en 2017, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) fue reconocido como un Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), el primero de Europa. Además de formar parte de la Lista de Indicativa para Patrimonio Mundial de la UNESCO, en el año n 2019 la Red Europea de Patrimonio Industrial (ERIH) le otorgó el ‘Anchor Point’, la distinción más relevante en materia de patrimonio turístico industrial, al considerar el Valle Salado un lugar de «importancia excepcional» por su «experiencia innovadora y de alta calidad al visitante».
Tampoco hay que olvidar que Salinas de Añana es mucho más que su fábrica de sal, pues, además de ser la puerta hacia Valdegovía y el Parque Natural de Valderejo, cuenta entre su patrimonio con importantes restos arqueológicos de época medieval y moderna que se están estudiando y recuperando.
Desde aquí te recomendamos que te desplaces paseando (10,9 km.) hasta la Torre Palacio de los Varona, la única fortaleza de Álava que conserva su foso y sigue habitada por descendientes directos de la familia desde el siglo XII.
Concierta una visita o encuentra más información en el sitio web del Valle Salado.
CÓMO MOVERSE:
Salinas